“Creemos en Paraguay y queremos ser parte activa de su futuro energético”

Raízen es una de las mayores empresas en el sector de biocombustibles y derivados del petróleo en América Latina. Es una joint venture creada en 2011 entre Shell y el grupo brasileño Cosan.
Desde su llegada al país, ha revolucionado el mercado local de combustibles, apostando por la profesionalización del canal, la innovación tecnológica y la experiencia del cliente. En solo tres años, Shell ha logrado posicionarse como una de las marcas líderes en el sector paraguayo.
Al frente de esta operación se encuentra Néstor Visendaz, CEO y Presidente de Raízen Paraguay, cuya trayectoria internacional y enfoque humano han sido clave para impulsar una gestión sólida, cercana y comprometida con el desarrollo sostenible del país. En esta entrevista, comparte su visión del negocio, las estrategias de crecimiento, la evolución del mercado y el rol transformador que espera ejercer Raízen en el futuro energético del Paraguay.
Raízen representa la presencia de una marca icónica como Shell en el mercado paraguayo. ¿Qué significa para usted liderar esta expansión y qué desafíos y oportunidades percibe en este proceso?
Liderar la expansión de Shell en Paraguay es, sin duda, uno de los desafíos más apasionantes de mi carrera. Representar una marca con más de 110 años de historia global, que es sinónimo de calidad, innovación y confianza, implica una enorme responsabilidad, pero también una oportunidad única de generar un impacto transformador en el mercado local.
Desde Raízen asumimos ese compromiso con una visión clara: no se trata solo de expandir una red de estaciones de servicio, sino de generar valor para todos los protagonistas de nuestro negocio: el consumidor, el accionista, nuestros colaboradores y los socios estratégicos y comerciales.
Esto implica elevar el estándar de la experiencia del consumidor paraguayo, profesionalizar aún más el canal y aportar valor real a la cadena energética del país. La marca Shell es un faro, pero el verdadero diferencial está en cómo la gestionamos, en cómo construimos relaciones a largo plazo con nuestros operadores, clientes y aliados estratégicos.
Entre los desafíos, destaco el dinamismo del mercado, la necesidad de adaptarse rápidamente a un entorno cambiante y competitivo, y el reto de atraer y desarrollar talento local que pueda crecer con nosotros. Pero cada uno de esos desafíos es también una oportunidad: de innovar, de formar equipos con propósito y de marcar una diferencia.
Esta etapa de expansión es también un acto de fe en Paraguay. Creemos en su potencial de crecimiento, en su gente y en su rol estratégico dentro de la región. Y desde Raízen, con la fuerza de Shell, queremos ser parte activa de ese futuro.
¿Qué aspectos de su trayectoria profesional y experiencia internacional considera más valiosos para liderar hoy Raízen en Paraguay, y cómo ha sido su proceso de adaptación al país?
A lo largo de mi trayectoria he tenido la oportunidad de liderar equipos diversos en contextos desafiantes, tanto en Argentina como en otros países de la región, siempre con foco en construir culturas de alto rendimiento, orientadas al cliente y con una fuerte impronta en valores. Creo que esa experiencia de transformar organizaciones desde adentro, escuchando mucho y empoderando a las personas, ha sido clave para mi rol actual como CEO de Raízen en Paraguay.
Mi paso por distintas posiciones me permitió entender no solo el negocio de la energía y los combustibles, sino también la importancia de la agilidad, la adaptabilidad y la conexión humana para lograr resultados sostenibles. En un contexto como el paraguayo, que tiene características propias y una dinámica muy particular, esa capacidad de leer el entorno y generar confianza fue fundamental.
La adaptación al país ha sido un proceso tan enriquecedor como desafiante. Paraguay y su gente me recibieron con calidez y apertura, y encontré en su gente un espíritu de colaboración que valoro muchísimo. Al mismo tiempo, vivir entre dos países y viajar regularmente me llevó a repensar mis rutinas, cuidar aún más mi bienestar y optimizar mi tiempo para estar presente con mi equipo, con los socios estratégicos y también con mi familia.
Hoy me siento parte de esta tierra, comprometido con seguir generando valor para el país desde Raízen, impulsando una marca global como Shell a través de una ejecución local, cercana y con impacto positivo.
¿Cómo percibe la aceptación de la marca Shell en Paraguay y qué estrategias están implementando para conectar con el consumidor local?
En estos tres años vemos que hemos pasado por grandes retos con mucho esfuerzo, compromiso y dedicación hacia la marca líder global que representamos. Hemos logrado consolidarnos en el mercado a través de un crecimiento sostenible, gracias a nuestro equipo humano, nuestros socios comerciales y la potencia de una marca líder global como es Shell. Hemos desembarcado con toda la energía, lo que nos llevó a convertirnos en líderes en ventas, en ser la marca preferida de la gente en el Ranking de Marcas y a desarrollar líneas de negocios para todas las necesidades de los consumidores paraguayos (movilidad y conveniencia, B2B y Trading), además de construir relaciones de confianza con nuestros socios empresarios y clientes, fortaleciendo los valores que nos identifican.
Todo esto sin dejar de lado nuestra cultura de trabajo. Raízen obtuvo la posición N.º 3 del Ranking de los Mejores Lugares para Trabajar de GPTW y somos referentes del sector en cuanto a estándares de calidad, seguridad, ética y cumplimiento.
En Raízen decimos que nuestra raíz es el compromiso y nuestra energía el crecimiento: estamos transformando el mercado paraguayo con un modelo de gestión sostenible donde el protagonismo de nuestra gente y socios estratégicos son el motor para crecer juntos creando valor compartido.
Desde su llegada, ¿qué diagnóstico hace del mercado paraguayo en términos de desafíos, oportunidades y particularidades que lo diferencian de otros países de la región?
Paraguay es un mercado con una personalidad propia. Tiene una macroeconomía ordenada, una ubicación estratégica en el corazón del Mercosur, pero también es un país que exige cercanía, paciencia y mucho trabajo de campo para entender sus dinámicas reales.
Uno de los desafíos principales que observé es la informalidad que aún persiste en algunos sectores, lo cual puede generar distorsiones en la competencia y frena la inversión formal. Pero al mismo tiempo, eso revela una gran oportunidad: profesionalizar el mercado, elevar estándares y ofrecer al consumidor paraguayo experiencias y servicios a la altura de los mejores del mundo.
Por otro lado, las políticas públicas son claves para el desarrollo del negocio en el país. Sabemos, en ese sentido, que en Paraguay, en nuestra industria, el organismo regulador es la propia empresa estatal, con lo cual su accionar está siempre en tensión entre ejercer ese rol o aprovechar su posición para mejorar sus ventajas competitivas.
Por eso creemos que una mejora sustancial en las funciones del Estado como regulador es fundamental para el crecimiento de la inversión del sector privado, en beneficio de la competencia y, por lo tanto, en las opciones para el consumidor.
¿Cuáles son las principales metas estratégicas que se ha propuesto al frente de Raízen Paraguay y cómo espera lograrlas en este nuevo contexto?
El enfoque estratégico para fortalecer el posicionamiento de Shell en el mercado paraguayo es desarrollar un modelo de negocios y una propuesta que genere valor para todos los protagonistas de este negocio: accionistas, socios comerciales, clientes y colaboradores.
Ofrecer una propuesta de valor única para nuestros consumidores a través de una experiencia y productos de calidad en todas nuestras estaciones. Contar con combustibles de calidad comprobada, desarrollados con la tecnología y el respaldo global de Shell, nos da una ventaja competitiva que queremos seguir potenciando.
Dado que nuestro negocio depende mucho de nuestros socios comerciales, que son los que operan cada estación de servicio Shell en el país, apostamos al crecimiento sostenible, acompañando a estos socios estratégicos en el camino hacia una operación responsable, sin dejar de lado la rentabilidad y el crecimiento conjunto, acompañándolos en el desarrollo de sus negocios.
Con relación a nuestros colaboradores trabajamos mucho en desarrollar la marca empleadora, buscando ser un excelente lugar para trabajar en Paraguay. Esto requiere invertir en formación, cultura y liderazgo, de tal forma de poder construir un negocio donde podamos conectar a las personas con oportunidades.
¿Qué visión tiene sobre el crecimiento y la evolución del sector energético en Paraguay en los próximos años, y qué papel quiere jugar Raízen en ese desarrollo?
El sector energético en Paraguay está en un momento de transformación muy interesante. Vemos una creciente necesidad de avanzar hacia una matriz más eficiente, diversificada y sustentable, en línea con las tendencias globales. A pesar de contar con una base hidroeléctrica sólida, aún existen grandes oportunidades en términos de infraestructura, logística, digitalización y desarrollo de soluciones energéticas que acompañen el crecimiento del país y sus industrias.
Desde Raízen, queremos ser protagonistas activos de esa evolución. Nuestra visión es liderar con seguridad, calidad, integridad y compromiso con la sostenibilidad. Trabajamos constantemente para elevar los estándares del mercado, tanto en calidad de productos como en experiencia del cliente, y estamos convencidos de que el futuro de la energía se construye con alianzas estratégicas, tecnología de vanguardia y talento local.
Aspiramos a ser un socio clave para el desarrollo del Paraguay, acompañando a nuestros clientes —desde los conductores que cargan en nuestras estaciones hasta las grandes industrias— en su camino hacia un consumo más inteligente, seguro y responsable.
En términos de innovación y sostenibilidad, ¿qué iniciativas destacan dentro de la operación local de Shell y qué impacto buscan generar en el mercado y la sociedad?
En Raízen creemos que innovación y sostenibilidad no son caminos separados, sino dos caras de una misma estrategia de futuro. Desde que llegamos a Paraguay con la marca Shell, buscamos elevar el estándar del mercado, no solo con productos de altísima calidad, sino también con una propuesta de valor que sea responsable con el entorno y relevante para las personas (socios y consumidores).
La experiencia Shell es mucho más que cargar un combustible. Es saber que estás cargando un producto que fue cocreado y desarrollado con Scuderia Ferrari, testeado en laboratorios propios. Shell cuenta con siete centros técnicos alrededor del mundo y, desde Paraguay, trabajamos más directamente con los laboratorios de Houston y Hamburgo.
Para que un combustible de Shell llegue a las estaciones de servicio, debe superar un período de cinco años de pruebas exigentes en nuestros laboratorios alrededor del mundo, a través del trabajo de más de 150 científicos que se encargan de nuestras formulaciones.
Por todo esto podemos afirmar que trabajamos la experiencia Shell desde los diferentes controles de calidad: desde la importación del producto, la formulación y la llegada a las estaciones, con controles reforzados por nuestro laboratorio móvil y por las auditorías internacionales de Shell Global.
Nuestra mirada está puesta en el cliente, en la calidad de atención y en la calidad del producto que entregamos. Por eso estamos constantemente midiendo el nivel de satisfacción de todos nuestros clientes, desde nuestros operadores y clientes B2B.
Parte de nuestra cultura es que toda la compañía esté pensando en el cliente. No solo desde la formulación, desarrollo y entrega de los combustibles, sino también asegurando nuestros procesos en el almacenamiento, camiones y siempre a través de la incorporación de nuevas tecnologías como la plataforma de pedidos RaizON, la renovada herramienta Shell Flota, entre otras innovaciones.
Así también, en las estaciones de servicio, aplicamos una estrategia de Experiencia del Cliente muy de cerca con nuestros aliados estratégicos, donde instamos a que dicha experiencia se resuma en tratar al cliente como a un invitado.
Esto es posible a través de un programa de capacitaciones y mejora continua que lo hacemos por medio del Programa de Excelencia Shell, que incluye entrenamientos, medición local y global, donde se mide la calidad de atención, de los productos y de las instalaciones.