Competencias para liderar el nuevo mundo del trabajo
“No es el metaverso ni la inteligencia artificial lo que vamos a necesitar, sino las habilidades humanas, que es donde tenemos que poner el foco para seguir desarrollándonos porque la empatía no la encontraremos en ningún robot o inteligencia artificial”, afirmó Virginia Garda en el marco de la tercera charla de la Academia CAP.
Garda, directora de Relaciones Humanas de L’oreal (Uruguay), realizó una exposición sobre ‘’Competencias clave para liderar el nuevo mundo del trabajo’’ en un encuentro que convocó a numerosos socios e invitados de la Cámara de Anunciantes del Paraguay, en el centro de eventos de Paseo La Galería.
Tras ser presentada por Patricia Toyotoshi, titular de la CAP, la especialista explicó que su exposición estaba dividida en cuatro puntos: El rol del líder en la estrategia de talento, la transformación cultural para afrontar los nuevos desafíos del mercado, la diversidad generacional y las estrategias de marca empleadora.
“Tu talento determina lo que podés hacer, tu motivación determina cuánto estás dispuesto a hacer y tu actitud determina qué tan bien lo hacés, y eso lo podemos hacer solamente las personas”, manifestó Garda, al analizar la influencia de las nuevas tecnologías en el equipo humano de las empresas.
Sostuvo que el mundo en el que estamos viviendo actualmente y el del mañana ya empezamos a sentirlos con la incorporación de la inteligencia artificial y el avance arrollador de la tecnología “que nos une más pero a la vez nos aísla muchas veces”.
“La realidad virtual se está incorporando en las vidas y la realidad de hoy, así como la diversidad de culturas y de generaciones que tenemos en el mundo del trabajo. Estamos viendo cómo vamos a estar trabajando la posibilidad de ver el mundo hacia adelante. En el futuro hay competencias técnicas que necesitamos desarrollarlas”, expuso Garda.
Rol del lider
En esta parte de la charla, insistió en la necesidad de que los líderes deben conocer bien a sus colaboradores, tanto laboral como personalmente, con un enfoque más empático. Asimismo, destacó que en este tipo de relaciones la inteligencia emocional juega un papel clave.
“Debemos entender la realidad de nuestro equipo y pensar qué le motiva a María, qué cosas le interesan, cómo se siente desafiada, qué preocupaciones tiene, dónde están sus motores principales, cuáles son sus fortalezas. También le tenemos a Juan, que probablemente piense que, además de toda su motivación, tiene sus preocupaciones, quizás es un papá reciente y quiere saber cómo llegar a fin de mes. Además está Ernesto, que está muy interesado en las nuevas generaciones y sentirse totalmente desafiado todos los días, le gusta aprender cosas nuevas y además le encantan los videojuegos y la inteligencia artificial”, ejemplificó.
Sobre la irrupción de la IA en el mercado laboral, sostuvo que hay que aprender a abrazarla porque vino para quedarse. “La velocidad de las cosas nos está hablando, manejando y moviendo. Ahí es cuando le decimos a nuestro equipo que no debemos llegar tarde, pero ahí aparece Juana que dice que no está motivada, que no se siente respaldada y que se siente cansada. Y el equipo necesita estar unido. Realmente en este mundo tenemos muchas cosas para aprender, así como nuestro equipo, así como Juana que probablemente se deberá adaptar a la tecnología y Juan deberá dejar de lado sus videojuegos y entender que, si falló, no puede volver a tener otra vida para seguir jugando”, graficó.
Entre los principales trabajos del jefe de área de una empresa, mencionó que se encuentran armar un equipo, marcar el rumbo y desarrollar a la gente. “Debemos construir que nuestra gente crea en nosotros. Mostrar hacia dónde vamos, hacia dónde hay que remar, encontrar dónde están los clientes, qué quieren los consumidores, desarrollar nuestros talentos, descubrir dónde está su mayor habilidad, qué es lo que saben hacer mejor y reconocer y agradecer eso desde nuestro rol de líder”, indicó.
Garda resaltó que durante muchos años nos olvidamos de debatir sobre la inteligencia emocional en las empresas y que, para conversar sobre este tema, hace falta desarrollar elementos de empatía. “Somos personas, nadie es un genio. Hablamos siempre de qué importante es que la gente venga a trabajar y deje sus problemas afuera. Como psicóloga, les quiero decir que si nos disociamos de esa manera, estamos en patología. Debemos aprender a manejar las situaciones por las que atraviesan nuestros colaboradores, ser empáticos”, refirió.
Afirmó que que un departamento de Recursos Humanos es un facilitador del negocio, de la realidad de los líderes y los colaboradores. “RRHH no es el jefe, no es el líder de las personas. Los que debemos sentarnos a conversar con las personas son los líderes, no RRHH. Para desarrollar la inteligencia emocional necesitamos conversar con las personas, sentarnos con ellas y verlas. En la inteligencia emocional vemos la empatía como una de las habilidades centrales que hoy necesitamos y todo eso no vamos a poder entregarlas a un ChatGPT. ”, manifestó.
Divesidad
La expositora habló sobre el importante desafío que se presenta en las empresas cuando a personas jóvenes les toca liderar a los más adultos y dijo que es necesario debatir más sobre la diversidad de generaciones. “El quid de la cuestión hoy tiene que ver con la diversidad de generaciones y qué prácticas estamos haciendo que puedan servir para integrar esta diversidad generacional. Cómo hacemos que los más jóvenes puedan liderar gente de mayor edad es un enorme desafío. Lo mejor es adquirir conocimiento mutuo para descubrir las fortalezas de cada uno y luego implementarlas”, afirmó.
Transformación cultural
Garda preguntó: ¿Qué organización en el mundo hoy no se pregunta sobre la virtualidad o la presencialidad? Señaló que mientras muchas empresas ya operan hoy en día con sistemas de trabajo híbridos, otras quizás afirman que necesitan presencialidad absoluta. En ese sentido, dijo que es una ferviente defensora de la flexibilidad laboral (horarios y permisos especiales que otorgan las empresas a los colaboradores). “La flexibilidad me permite ir cada año al acto escolar de mis hijos, acompañar al médico a mi mamá o lo que fuera, eso va mucho más allá de trabajar desde casa o cumplir con un horario. La flexibilidad te permite ir a hacer cosas diferentes en horarios distintos, pero es difícil administrarla”, reconoció.