El mercado paraguayo aguarda expectante el cambio de autoridades
Cautela. Esa es la postura que suele adoptar el mercado en un año electoral. Los comicios presidenciales del 2023 están a la vuelta de la esquina en Paraguay y son muchos los desafíos que deben asumir las nuevas autoridades para que la economía no se vea afectada.
Culminar el proceso electoral sin que la economía paraguaya se vea perjudicada es la misión que afrontan los protagonistas políticos y la ciudadanía, en un calendario que incluye la elección de nuevas autoridades nacionales y la asunción de un nuevo gobierno del Ejecutivo, así como la renovación en el Legislativo.
En una etapa de comicios, es frecuente que el empresariado se comporte más cauteloso, observando qué es lo que acontece en el escenario político para realizar nuevas inversiones que todo mercado necesita.
Lo que suele ocurrir es que en la fase electoral, así como en el lapso de transición hasta que el nuevo gobierno asuma el 15 de agosto, las autoridades electas tratan de dosificar sus acciones económicas para amortiguar el impacto en el mercado.
Por lo general, la economía experimenta una especie de desaceleración días previos a los comicios hasta la toma de posesión de las nuevas autoridades nacionales. Y el gran desafío de la clase política es lograr que esa transición no afecte negativamente al mercado.
A pesar de que el 2023 se presenta con un escenario marcado por las urnas, Paraguay continúa perfilándose como un sitio atractivo para inversiones extranjeras, sobre todo para los países vecinos como Argentina, Brasil y Uruguay.
INFLACIÓN Y RECESIÓN
El nuevo gobierno deberá encarar situaciones complejas, muchas de ellas provocadas por factores externos, como la elevada inflación regional y una recesión global propiciada por la guerra entre Rusia y Ucrania. Eso, a más de los últimos golpes de la pandemia, algo de la que Sudamérica no logró recuperarse del todo aún.
Los comicios nacionales del 30 de abril se presentan en un contexto diferente en nuestro país, comenzando por un formato de listas desbloqueadas y en una aparición de gobiernos progresistas en la región, a más de una elevada inflación en los países sudamericanos.
A pesar de que el 2023 se presenta con un escenario marcado por las urnas, Paraguay continúa perfilándose como un sitio atractivo para inversiones extranjeras
Los nuevos encargados de administrar el país asumirán sus cargos luego de un año en que la economía tuvo un crecimiento de -0,3 %, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y una inflación acumulada del 8 %, la más alta en 14 años.
Son 13 chapas o duplas las que aspiran a la presidencia de la República. Algunas de ellas no se diferencian mucho en cuanto a sus programas de gobierno y todo indica que el modelo económico que presentarán son los mismos trazados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin promesas de reformas profundas.
FORMALIZAR LA ECONOMÍA
Uno de los ejes programáticos del nuevo gobierno debe ser el firme combate al contrabando, considerando el grave daño que le hacen al mercado nacional la informalidad y la piratería. Atraer a inversionistas será una tarea cada vez más difícil si no existen señales claras de formalizar en mayor medida la economía.
PERSPECTIVAS
La buena noticia económica con que arrancó este año electoral es que la exportación experimentó un importante crecimiento al cierre del primer mes del 2023 y hay expectativas de que esa tendencia en alza de envíos al exterior se mantenga.
De hecho, las perspectivas de crecimiento para este año son positivas y se fundamentan principalmente en la recuperación del sector agrícola y el mantenimiento de los niveles de inversión pública. La economía paraguaya podría estar creciendo por encima del 4%, según estimaciones del FMI.
