Debemos estar a la altura de las circunstancias y bregar juntos por mejores momentos para todos.
Debemos ser muy conscientes de que este momento es muy particular no solo para el Paraguay, sino a nivel mundial. La pandemia ha modificado hábitos, costumbres y nos obliga a reinventarnos.
En este mismo sentido, como Cámara debemos –en este nuevo contexto- establecer un plan de trabajo orientado a la renovación y el fortalecimiento de los distintos sectores, interno y externo, considerando que existen proyectos de ley que pretenden restar autonomía a las organizaciones privadas.
Uno de los aspectos que considero fundamental, es el de lograr visibilizar a los sectores que no han sido considerados por parte de las autoridades del gobierno en esta coyuntura de COVID-19, como es el de la educación superior, que inexplicablemente no ha formado parte del proceso de reactivación en ninguna de las fases.
De igual manera y como lo mencioné anteriormente, hay que defender la autonomía del sector privado, que siempre ha sido el sector de impulso de grandes transformaciones: generando empleo, recursos y cumpliendo con sus obligaciones sociales y financieras. Para ello, debemos continuar con los esfuerzos realizados por la CAP, afianzándolos más que nunca, a través de la presentación de propuestas que garanticen las condiciones de seguridad, estabilidad y fomenten el desarrollo de la iniciativa privada.