“Hay un extraordinario perjuicio económico a diferentes marcas nacionales e internacionales, a las empresas, a sus funcionarios , a las inversiones realizadas”
Los vendedores ilegales o informales ubicados en las calles, veredas frente a shoppings y a las diferentes empresas formales constituyen un drama argel e intolerable, según señaló el presidente de la Cámara de Anunciantes del Paraguay, Carlos Jorge Biedermann.
Productos de cualquier especie, falsos, vencidos, de origen desconocido, expuestos de cualquier forma, sin controles de calidad o garantías para los consumidores, etc, se venden impune y, ostentosamente frente a las empresas, y en las narices y ojos de instituciones publicas. Enfatizó que las autoridades tienen la obligación y responsabilidad de controlarlos, pero no lo hacen debidamente.
“Estas instituciones públicas, que viven de los impuestos que el sector formal y legal paga, se dedican a controlar, supervisar, asediar y martirizar a las empresas legales formales, las cuales son multadas por lo que sea”, remarcó.
Sin embargo, son absolutamente incapaces de siquiera mirar a los vendedores ilegales que ofrecen cualquier cosa, de forma diversa, sin pagar impuestos, con gente manipulada y aprovechada por grandes y rentables organizaciones mafiosas, que financian la importación y distribución de lo que consideren negociable, expresó.
Opinó que el sistema ilegal es muy rentable porque no paga alquileres, franquicias, impuestos, IPS, ni tributos municipales; igualmente, utiliza mano de obra desesperada, aprovecha la indiferencia o complicidad de instituciones que son muy valientes y corajudas en perseguir a los legales de siempre, remarcó.
“Estamos hartos de competir entre desiguales, aquí la ley no es igual para todos, por que todo el peso de la ley le cae a los que la cumplen, pero no a los transgresores”, indicó.
Aseveró que el drama debería terminar de una vez, las instituciones a cargo deberían respetar y hacer respetar todas las leyes vigentes y proteger a quienes están en la formalidad.
“Hay un extraordinario perjuicio económico a diferentes marcas nacionales e internacionales, a las empresas, a sus funcionarios , a las inversiones realizadas”, manifestó.
Finalmente, enfatizó que el daño más grande que causa la competencia desleal de los vendedores informales, es o moral. “Se daña la moral del sector privado formal, se tiene que tragar sapos ranas y culebras todos los días”, puntualizó Biedermann.
