CAP: 20 años después
Con el trayecto de los años, la Cámara de Anunciantes del Paraguay se ha constituido como un gremio de suma importancia y presencia en el ámbito nacional. Además de su enfoque de representar a las empresas y marcas ante la sociedad, también se ha inclinado a ser una ayuda continua para la facilitación de temas sobre comunicaciones de marketing y desempeño comercial.
De igual manera se ha comprometido a participar activamente en la formalización de la economía nacional al exponer los daños que produce una economía informal que ocasiona a la imagen del país serias desventajas competitivas para el escenario de los negocios. La cultura de transparencia tampoco es ajena al gremio, ya que la CAP tiene una responsabilidad institucional que la distingue con el ejemplo de conducta empresarial de sus asociados.
Mario Toyotoshi, Cónsul honorario en Canadá y ex vice-presidente de la CAP.
¿Cuál fue su visión de la CAP cuando se desempeñaba en el rol de vice-presidente?
Fuimos unos cuantos que hace 20 años nos reunimos para ser los socios fundadores de la CAP y la intención en ese entonces era de transparentar el proceso de ratings, de información, entre otras cosas, para poder hacer mejores decisiones de inversiones publicitarias. Entonces se contactó con la Federación Mundial de Anunciantes (World Federation of Advertisers) y se pidió establecer un capítulo en Paraguay, ese fue el inicio de la CAP hace casi 20 años. Rápidamente, la CAP tomó un rol más amplio porque siguiendo lo mencionado previamente, también nos dimos cuenta que, a pesar de estar en diferentes industrias, ser empresas multinacionales e internacionales, compartíamos los mismos sueños y los mismos desafíos de trabajar en el país, principalmente en aquello que se diferenciaba de la informalidad y lo que creaba la competencia desleal, justamente a base de la informalidad. Entonces la CAP desde el comienzo comenzó a adquirir una voz muy particular dentro del ámbito, una voz diferente a los otros gremios ya establecidos históricamente. Siempre se ha mantenido en esa postura, en esa búsqueda de transparentar, no solamente en un aspecto particular que es la parte publicitaria sino también de ayudar y ser el impulsor, o por lo menos el que carga la bandera, de llevar los procesos adelante, de alentar siempre a los gobiernos de turno y de fomentar la importancia de que todos juguemos con las mismas reglas de juego. Es increíble que ya hayan pasado 20 años, y yo creo que en ese sentido no ha cambiado.
¿Cómo ve a la Cámara de Anunciantes 20 años después?
En mi opinión, la CAP indudablemente ganó más espacio y credibilidad por el fiel reflejo de sus ideales, principios, objetivos, también por la calidad de sus socios y lo que los socios representan. Como se dice muy a menudo, siempre apuntando a ser el interlocutor válido ante las diferentes autoridades, no solamente ante el gobierno nacional sino que ante los diferentes organismos internacionales y cuerpos diplomáticos, la CAP siempre ha sido el punto de referencia en ese sentido. Yo hace casi 13 años que no participaba en un evento de la CAP porque no estaba, casualmente estoy por Asunción ahora y coincidió con un evento de la CAP. Entonces, fue una alegría poder estar y ver como creció la Cámara de Anunciantes, ver como las cosas que se propusieron en su momento continuaron.
¿Qué expectativas tiene para el gremio en los próximos años?
Yo creo que la tarea pendiente sigue siendo pendiente y que cada vez es más importante el rol de la CAP, porque en vez de haber avanzado como país, en que las reglas del juego sean iguales para todos, en cierta manera se ha retrocedido en ese sentido. Entonces yo creo va a tener una importancia grande en el futuro, porque en realidad está cargando la bandera dentro de la minoría y esa presión es muy grande, pero lo correcto es lo correcto. Verdaderamente, espero que la CAP continúe cargando esa bandera y esa lucha tan importante contra la informalidad de la economía y las reglas de juego que tienen que aplicarse.
Tenemos que creer más en todo lo bueno que tiene el país.
¿Hay algo más que quiere agregar?
Paraguay tiene como nunca una oportunidad regional de crecimiento como economía y como país que no se da a menudo. Estando mucho tiempo en el exterior, y mirando de afuera, yo diría que también tenemos que creer más en todo lo bueno que tiene el país. Hablamos a menudo, de que es casi un deporte nacional hablar de lo malo, de lo que no somos capaces o de lo que estamos atrasados y ciertamente hay mucho que hacer, muchas tareas pendientes; pero dentro del contexto internacional, sobre todo el contexto regional, y a mí que me toca promover el país como cónsul honorario en Canadá, me es muy fácil hacerlo porque no estoy mintiendo, no estoy profesando algo que no es.
Paraguay de por sí demográficamente tiene una oportunidad muy grande de salir y desarrollar el país en forma importante con la calidad de nuestra gente. Muy rara vez escucho que dentro del país se hable de la excelencia de nuestra gente, mientras que todos afuera hablan justamente de eso. Yo creo que es momento de que, si bien tenemos muchos problemas, reconozcamos las cosas que están muy bien, no solamente muy bien sino que somos un ejemplo.
Paraguay, dentro del contexto regional latinoamericano, es el único país de Sudamérica que nunca cambió su moneda, que nunca agregó o sacó ceros, que nunca hizo un default internacional, que siempre cumplió con sus obligaciones internacionales siendo un país pequeño, no hay ningún otro país en la región que puede decir lo mismo. Paraguay tampoco nunca tuvo hiper inflación, es decir, si uno mira la trayectoria del país en los últimos 30 o 40 años, es muy difícil encontrar un ejemplo como el Paraguay en la región.
Esto llama la atención, y de hecho está muy claro que los países y los empresarios de la región no solamente están prestando atención, sino que ya se refieren al Paraguay como el milagro latinoamericano y están llegando las inversiones, se están generando las oportunidades para tantos jóvenes y ver eso es muy lindo.
Ya se refieren al Paraguay como el milagro latinoamericano.
Entonces mi última reflexión sería continuar enfocándonos en aquellos problemas que son importantes, pero al mismo tiempo reconocer y promover lo bueno que tiene el país, sobre todo en cuanto a la calidad de nuestra gente.