“Es importante eliminar la parcialidad, la preferencia y el patrocinio”
Las empresas han comenzado a preguntarse por qué no hay un mayor porcentaje de mujeres ocupando cargos directivos, la sociedad ha puesto su mirada sobre ellas, esperando verlas más involucradas en posiciones clave, así como observar que se implementan acciones para permitirles una mayor posición. La embajadora de los EE. UU. expone algunas de las acciones de su gobierno, al tiempo que opina que las mujeres deben ser conscientes del valor de sus contribuciones.
¿Podría comentarnos sobre los ejes de acción en los cuales actualmente se encuentran trabajando, desde el gobierno de los EE. UU., que constituyen un modelo para la promoción del involucramiento de la mujer en posiciones clave?
A nivel mundial, el gobierno de los Estados Unidos está apoyando oportunidades para las mujeres, desde la temprana edad, haciendo la lucha contra la violencia de género una prioridad en su política exterior, promocionando iniciativas como “Let Girls Learn” y forjando coaliciones para luchar contra la trata de personas. En Paraguay, nosotros incorporamos la equidad de género a los procesos de contratación, a los programas de becas, a las oportunidades de intercambio y a todo nuestro trabajo vinculado a la buena gobernanza y a oportunidades económicas.
Los doscientos voluntarios del Cuerpo de Paz incorporan el respeto de género en sus actividades. Tenemos programas específicos de apoyo a mujeres en zonas rurales, a mujeres líderes indígenas y a mujeres víctimas de abuso doméstico. De los más de trescientos estudiantes que participan en nuestros intercambios educativos, más de la mitad son mujeres. Este año lanzamos #SheRocks, centrando la atención en las contribuciones positivas que jóvenes mujeres paraguayas (15-21) están aportando a su país, dándoles la oportunidad de conocer a referentes como Bertha Rojas y Tana Schémbori. En mis dos años aquí, he aprendido que las mujeres paraguayas son líderes extraordinarias, que están trayendo un cambio positivo a su nación. He aprendido mucho de ellas.
“Las mujeres paraguayas son líderes extraordinarias, que están trayendo un cambio positivo a su nación”.
¿Qué importancia merece tanto el emprendedurismo de la mujer como su inserción en puestos estratégicos en las empresas?
Las mujeres de todo el mundo comparten una serie de desafíos, y entre ellos se encuentra la necesidad de abrirse su propio camino, de crear sus propias oportunidades, estando siempre preparadas y siendo persistentes y proactivas. Esto es así, ya sea que una esté comenzando su propia empresa, o bien, buscando ascender dentro de su organización. Existe una disciplina en el cumplimiento de ese rol propio de la mujer, al tiempo de que siempre buscamos más allá, lo que vemos como posible, así como aquello que podría significar un cambio en las reglas de juego, ampliando nuestra visión y objetivos. En mayo pasado, y a través de la Beca Cochran, la Embajada se asoció con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para realizar un intercambio en gestión de restaurantes, beneficiando a tres jóvenes emprendedoras paraguayas.
En su opinión, ¿bajo qué marco de acciones empresariales se promueve la participación de la mujer, tanto en el aspecto público como privado?
Honestamente, el gobierno de los Estados Unidos está por detrás del sector empresarial en lo referente a iniciativas que faciliten un equilibrio entre compromisos profesionales y necesidades familiares, tanto para hombres como para mujeres. Horas de trabajo flexibles, trabajo remoto y redistribución de la carga laboral, son tres herramientas que estamos utilizando para intentar retener a los buenos empleados, independientemente de su género. Así también, sabemos que nuestros beneficios de maternidad / paternidad, no están tan desarrollados como en otras partes del mundo. Tenemos aún un largo camino por recorrer.
Existen también áreas en las que estamos trabajando de manera interna. Lo primero, por supuesto, es tener una política de tolerancia cero para el acoso sexual o discriminación de cualquier tipo. En segundo lugar, tenemos un compromiso con el asesoramiento y la promoción del desarrollo de todos nuestros empleados, caso por caso, ayudando a cada uno a alcanzar sus propias metas.
Esto incluye oportunidades de capacitación, asignación progresiva de responsabilidades, retroalimentación constructiva y una evaluación anual. También buscamos crear un ambiente seguro, viendo que todos tengan la oportunidad de contribuir en las reuniones, que nadie interrumpa al colega que tiene la palabra, y que las personas con diferentes puntos de vista tengan la oportunidad de expresarse y ser escuchadas con respeto.
¿Considera que aún es bajo el porcentaje de participación que se observa u obtiene…? ¿Por qué lo diría? ¿Cómo debería actuarse conforme a esto?
Lo que vemos ahora es un mayor énfasis en la contratación basada en el mérito, un avance que beneficia a empleados y empleadores. Es importante eliminar la parcialidad, la preferencia y el patrocinio de los espacios de trabajo. Debemos reemplazarlos por criterios objetivos, que permitan a todos, contribuir y competir en igualdad de condiciones.
Hace dos años asistí a un evento organizado por el Ministerio de la Mujer, en el cual alentaban a las mujeres a presentarse a cargos electivos, sin embargo, en las elecciones municipales del año pasado, hubo relativamente pocas mujeres candidatas. Las mujeres ya son líderes en sus respectivas comunidades, pero ellas mismas tienen que darse cuenta del valor de sus contribuciones, presentándose como candidatas a cargos electivos, para que la ciudadanía dimensione el alcance de sus aportes, y para que otras mujeres sigan sus pasos. Esto es algo que sucede no solo en Paraguay, sino en muchos lugares del mundo.